Bagnères de Bigorre 25/05/2019
Programa definitivo de la excursión a Bagnères de Bigorre.
25 de mayo de 2019
Bagnères de Bigorre, pequeña ciudad de unos 7000 habitantes, es la puerta de entrada a los Pirineos del Valle del río Adour, dominado por el Pic du Midi donde en el siglo XIX se instaló unos de los grandes observatorios de Francia . Desde esta hermosa pequeña ciudad con unas viviendas burguesas del siglo XIX, se accede no sólo a dos puertos legendarios del Tour de France: el Col d’Aspin y el Col del Tourmalet, sino también a muchas otras excursiones y pueblecitos pirenaicos franceses.
Altitud: | Min: 440 m
Max: 2872 m (Pic du Midi) |
Superficie: | 126 km2 |
Población: | 7 400 hbts (2016) | Densidad: | 59 hbt/km2 |
Su historia empieza con los romanos, amantes de las aguas, que realizaron unas Termas y la llamaron Vicus Aquensis, aprovechando su riqueza de fuentes medicinales y fuentes de agua caliente del monte Olivet .
Resurge como ciudad comercial en la Edad Media. Desgraciadamente, sus vestigios medievales y renacentistas prácticamente desparecieron en el siglo XIX por la demolición de las murallas, por un incendio y por la construcción de viviendas burguesas y de lujo para recibir a una clientela rica y refinada, amante de los beneficios del aire puro de las montañas y de sus aguas, y que se enamoró de esta localidad; a partir, esencialmente, del siglo XIX hasta la segunda guerra mundial. Los artistas románticos la frecuentaron pero los de la Belle Epoque también. En la novela de La dame aux camélias de Dumas (hijo), escrita en 1848, la heroína, Marguerite Gautier, enferma de tuberculosis viene a Bagnères a curarse. El termalismo siempre fue y sigue siendo importante en la economía de Bagnères pues se ha adaptado a las nuevas demandas así como el turismo de montaña, de la nieve y todas las nuevas modalidades actuales del turismo de aventura. Su riqueza hidrotermal se palpa en su urbanismo.
Además posee un pasado industrial. Primero con sus molinos que usaban la fu
erza de las aguas del brioso río Adour, luego para proporcionar mármol como la familia Géruzet para las puertas y ventanas de las viviendas de los adinerados visitantes del XIX y principio del XX y finalmente empresas familiares como la de la familia Soulé que se especializó en la construcción de trenes, recientemente comprada por el grupo español CAF.
Bagnères de Bigorre cuida mucho su aspecto y ostenta al menos desde 1985 el título de Ville Fleurie (ciudad florida) con tres flores. Tiene, pues, un especial interés en su decoración floral de sus bellos jardines, de sus calles, plazas y puentes. Es una ciudad que antes muchas otras se preocupó por la accesibilidad de sus vecinos y de sus visitantes, creando aceras y espacios para las personas con discapacidades motrices. Casi todo el centro es accesible.
En cuanto a deportes, Bagnères tiene una gran variedad y cuenta con muchas comodidades: canchas de tenis, un campo de golf de 18 hoyos, piscina cubierta. Se puede practicar todos los deportes, senderismo, en bicicleta o bicicleta con rutas de todos los niveles. Pero el rey es el rugby a XV. Su club, el stade bagnèrais, está en todos los corazones de los vecinos y reúne a muchos jóvenes de Francia y fuera de Francia. El río Adour permite la pesca y también actividades acuáticas. Bagnères ha visto crecer constantemente campeones de kayak y tiene un club muy activo. Con sus pistas en los altos pastos de la Mongie, el esquí es otro de sus recursos. Alrededor de la biblioteca, siempre se puede encontrar socios para un juego de petanca, una unidad para ver si hay competencia.
Todos los sábados, con más de 200 puestos, su mercado es uno de los más concurridos y afamados del departamento des Hautes-Pyrénées, donde uno descubrirá no sólo su rico patrimonio gastronómico sino también los nuevos artesanos y las cocinas de otro mundo.
Por la noche, la opción de cine, del teatro y del casino u otras actividades programadas por la rica vida cultural de Bagnères permiten tener salidas agradables.