La nueva ley de FP: Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional ha cambiado la forma de entender los certificados, que antes se denominaban «certificados de profesionalidad» y que ahora son títulos de FP de Grado C.
Un certificado de profesionalidad es un documento que acredita a un trabajador en una cualificación profesional del Catálogo Nacional de estándares de competencias profesionales (casi todas las profesiones que puedes desarrollar en España están recogidas en este catálogo). Estos certificados, que anteriormente dependían del Ministerio de Trabajo y Economía Social y ahora son competencia del Ministerio de Educación y Formación Profesional, acreditan que estás capacitado para el desarrollo de una actividad laboral con significación para el empleo, es decir, una ocupación, y aseguran la formación necesaria para ello.
Tal y como indica el Ministerio de Educación y Formación Profesional, “la Formación Profesional del sistema educativo en España prepara al alumnado para la actividad en un campo profesional y adaptarse a las futuras modificaciones laborales, así como para su desarrollo personal y permite su progresión en el sistema educativo”.
Tanto certificados como FP cuentan con un período de prácticas en empresas, que son obligatorias para conseguir la titulación. Su objetivo es aplicar todo lo aprendido durante la formación teórica e un entorno profesional real.
Así pues, en la actualidad, los certificados han pasado a integrarse como una parte más de la oferta global de la Formación Profesional.
